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| Durante el Imperio Inca, su lana estaba reservada exclusivamente para la realeza. |
Descubre la lana de vicuña: la fibra más fina y cálida del mundo, originaria de los Andes. Aprende sobre su precio, sostenibilidad, historia inca y cómo tejer con ella.
Si alguna vez has soñado con tejer con una fibra más suave que la seda, más cálida que la cachemira y tan ligera que parece hecha de aire, la lana de vicuña podría ser tu próxima (y más preciada) adquisición. Originaria de los Andes sudamericanos, esta fibra ha sido considerada “oro de los incas” durante siglos. Hoy, aunque sigue siendo un lujo, está al alcance de tejedoras que valoran la excelencia, la sostenibilidad y el respeto por las tradiciones ancestrales.
Pero antes de lanzarte a buscar ovillos de vicuña, es importante conocer sus particularidades: desde su manejo delicado hasta su complejo trasfondo ético. Aquí te contamos todo lo que necesitas saber.
Un hilo con raíces andinas
La vicuña, pariente silvestre de la alpaca y la llama, vive en las altiplanicies de Perú, Bolivia, Chile y Argentina, a más de 3.800 metros sobre el nivel del mar. Durante el Imperio Inca, su lana estaba reservada exclusivamente para la realeza: nadie más podía usarla bajo pena de muerte . Tras siglos de caza furtiva que casi la llevaron a la extinción, las comunidades andinas —con apoyo estatal— lograron su recuperación mediante un sistema ancestral llamado “chaccu” : una ceremonia colectiva de captura, esquila suave y liberación inmediata.
Hoy, la vicuña sigue estando protegida por ley, y su fibra solo se obtiene cada dos o tres años, en cantidades muy limitadas (una vicuña rinde apenas 200–300 gramos de vellón fino por esquila). Tejer con vicuña no es solo un acto creativo: es participar en un legado de conservación y justicia comunitaria.
Características técnicas para el tejido
Fibra ultrafina : Con un diámetro de 10 a 13 micrones , es la fibra natural más fina del mundo —más que la cachemira (14–19 ) y mucho más que el merino extrafino (17–19 µm). Esto la hace increíblemente suave, incluso para pieles sensibles.
Calidez excepcional : A pesar de su ligereza, es hasta 6 veces más cálida que la lana de oveja , gracias a su estructura hueca que atrapa el aire.
Brillo sedoso : Tiene un lustre natural y suave que realza cualquier punto, sin necesidad de tintes.
Colores naturales : Se presenta en tonos tierra suaves: beige dorado, marrón claro, gris humo y blanco crema. Rara vez se tiñe, para preservar su pureza y valor.
Peso pluma : Una prenda de vicuña pura es sorprendentemente liviana, ideal para chales, bufandas y capas de lujo.
Cuidados al lavar y mantener
La vicuña es extremadamente delicada y requiere un trato aún más cuidadoso que la cachemira:
Lavado a mano exclusivo : Usa agua fría (máx. 25 °C) y un jabón neutro o específico para fibras finas. Evite frotar o agitar.
Nunca retuerzas ni escurras : Presiona suavemente el exceso de agua y seca en plano sobre una toalla seca, en un lugar ventilado y sin sol directo.
Prohibida la secadora y la lavadora : Cualquier fricción o calor puede causar sensación irreversible.
Almacenamiento : Guárdala limpia, en una bolsa de tela transpirable, con repelentes naturales como lavanda o cedro. Aunque no contiene lanolina, su valor la hace un blanco para polillas si no se protege.
Consejo práctico : Por su poca elasticidad y fragilidad, la vicuña se suele tejer en mezclas (con seda, merino o alpaca) o en proyectos de bajo desgaste, como chales o mantas decorativas.
Ventajas para tejedoras
Suavidad incomparable : Ideal para prendas en contacto directo con el cuello o el rostro.
Ligereza y calidez : Perfecta para capas de invierno que no abruman.
Rara y exclusiva : Cada ovillo es una pieza única, con trazabilidad y valor artesanal.
Baja tendencia al pilling : Gracias a su longitud de fibra y finura, forma menos bolitas que otras fibras ultrafinas.
Hipoalergénica : Sin lanolina ni químicos agresivos en su procesamiento tradicional.
Desventajas o desafíos
Fragilidad : Menos resistente que la cachemira o el merino; no es ideal para prendas de uso diario intenso (como suéteres ajustados o calcetines).
Precio muy elevado : Es la fibra natural más cara del mundo (puede costar más de $500 USD por kilo en su forma cruda).
Disponibilidad extremadamente limitada : Pocas marcas la ofrecen, y casi siempre en mezclas o en formatos de lujo (ovillos pequeños, hilos para encaje).
No es superwash : Requiere lavado a mano obligatorio.
Poca elasticidad : Puede perder forma si no se refuerza con otra fibra.
Consideraciones éticas y sostenibles
La vicuña es un caso emblemático de conservación comunitaria , pero también un ejemplo de cómo el lujo puede explotar o empoderar.
El chaccu es clave : En Perú y Bolivia, la esquila se realiza en eventos comunitarios tradicionales donde las vicuñas son capturadas con redes, esquiladas con tijeras manuales y liberadas el mismo día. Este método no es invasivo y respetuoso .
Protección legal : La vicuña está protegida por la Convención de Washington (CITES) . Cualquier fibra legal debe venir con certificación que garantice su origen sostenible.
Apoyo a comunidades indígenas : Comprar vicuña de fuentes certificadas (como Kuna , Michell Group , o cooperativas andinas con sello Fair Trade ) asegura que los beneficios económicos lleguen a las comunidades que la protegen.
Alerta con falsificaciones : Debido a su alto valor, muchas “vicuñas” en el mercado son en realidad mezclas con alpaca o fibras sintéticas. Exige trazabilidad .
Recomendación ética : Si decide tejer con vicuña, elige marcas que trabajen directamente con comunidades andinas, ofrezcan certificados CITES y prioricen el procesamiento artesanal local. Así, tu proyecto no solo será hermoso, sino justo.
Nota: Muchas tejedoras usan vicuña en mezclas del 10–30% con seda o merino para equilibrar resistencia, elasticidad y costo, sin perder su esencia.
Tejer con el legado de los incas
La lana de vicuña no es una fibra para proyectos cotidianos, sino para creaciones con alma . Es una invitación a tejer con lentitud, intención y respeto. Cada puntada con vicuña conecta tus manos con las alturas andinas, con siglos de sabiduría indígena y con un esfuerzo colectivo por proteger una especie que alguna vez estuvo al borde de la desaparición.
Si decides dar este paso, hazlo con conciencia: elige bien tu fuente, cuida tu prenda como un tesoro y comparte su historia. Porque tejer con vicuña no es solo hacer una prenda… es honrar un milagro de la naturaleza y la cultura.
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