Lana de Alpaca para Tejer: propiedades, cuidados y por qué es ideal para prendas suaves



Descubre por qué la lana de alpaca es ideal para tejer: suavidad hipoalergénica, brillo natural, calidez y cómo cuidar tus prendas. Guía para tejedoras principiantes y expertas.

Si alguna vez has tenido en tus manos un ovillo de lana de alpaca, sabrás a qué me refiero: es suave como una caricia, cálida como un abrazo andino y tiene ese brillo sutil que hace que hasta un punto básico se vea elegante. Para quienes tejemos por placer, la alpaca no es solo una fibra… es una experiencia.

En este artículo, exploraremos por qué la lana de alpaca es tan amada en el mundo del tejido, cómo trabajarla, qué cuidados requiere tu proyecto terminado y por qué elegirla también puede ser un acto de conciencia y respeto.

¿Por qué las tejedoras aman la alpaca?

Suavidad incomparable
A diferencia de algunas lanas que pican o irritan la piel, la alpaca es hipoalergénica y extremadamente suave, incluso en versiones más gruesas. Ideal para bufandas, chales o prendas que tocan el cuello o la cara.

Calidez sin peso
Gracias a su estructura microscópica hueca, atrapa el aire y mantiene el calor sin sentirse pesada. Tus mantas y suéteres serán cálidos pero livianos —perfectos para capas en invierno sin agobiar.

Brillo natural y caída elegante
La alpaca tiene un lustre sedoso que realza los puntos, especialmente en tejidos con relieve como aranes, trenzas o calados. Además, su drapeado (esa forma en que cae la tela) es fluido y elegante, ideal para chales y ponchos.

Resistente y duradera
Aunque se siente delicada, la fibra de alpaca es más fuerte que la lana de oveja. Tus proyectos no solo se verán hermosos al terminarlos, sino que resistirán el paso del tiempo si los cuidas bien.

Tipos de alpaca que encontrarás en ovillos

Cuando vayas a comprar, es útil saber que hay dos variedades principales:

-Huacaya: la más común. Su fibra es rizada, mullida y elástica. Perfecta para punto y ganchillo, ya que tiene buen “memory” (vuelve a su forma).

Suri: fibra lisa, sedosa y con caída dramática. Más rara y costosa, ideal para proyectos especiales como chales de encaje o accesorios de lujo.

También verás clasificaciones por micraje (grosor de la fibra):

- Baby alpaca: (≤22.5 micras): la más fina y suave, ideal para bebés o pieles sensibles.

- Alpaca superfin:  (23–26 micras): equilibrio entre suavidad y resistencia.

- Alpaca gruesa: (>27 micras): más rústica, perfecta para alfombras, bolsos o proyectos decorativos.


Consejos prácticos para tejer con alpaca

1. Tensión y agujas: la alpaca tiene menos elasticidad que la lana merina. Usa agujas 1–2 tamaños más pequeñas de lo habitual para evitar que tu tejido quede demasiado flojo. (Haz una muestra )

2. Evita el bloqueo agresivo: al bloquear prendas de alpaca, no las estires en exceso. La fibra se relaja con el agua y puede perder forma si se fuerza.

3. Combínala con otras fibras: muchas hiladas mezclan alpaca con lana, seda o nailon para añadir elasticidad o resistencia (por ejemplo, 70% alpaca / 30% lana). ¡Explora mezclas para distintos efectos!

4. Cuida el ovillo: la alpaca tiende a “hacer pelusa” ligeramente con el uso. Es normal y le da un aspecto vintage, pero si quieres minimizarlo, evita frotamientos constantes.


Cómo cuidar tus creaciones de alpaca

Tus horas de tejido merecen protección:

- Lava a mano con agua fría y jabón suave (como champú para bebé).

- Nunca retuerzas ni escurras con fuerza. En su lugar, presiona suavemente el exceso de agua.

- Seca en plano sobre una toalla, dándole forma mientras está húmeda.

- Guarda limpia y doblada, nunca colgada (puede estirarse). Usa repelentes naturales contra polillas: lavanda, cedro o bolsitas de romero.


Tejer con conciencia: el lado ético de la alpaca

Como tejedoras, muchas de nosotras no solo buscamos belleza, sino también sentido en lo que creamos. La buena noticia es que la alpaca puede ser una fibra profundamente ética:

- En los Andes, especialmente en Perú y Bolivia, las alpacas son esquiladas una vez al año en ceremonias comunitarias que respetan al animal. Estas comunidades campesinas dependen de esta fibra para su sustento. Al comprar alpaca certificada o de comercio justo, apoyas directamente a familias que han tejido con esta lana durante generaciones.

- Busca marcas que mencionen trazabilidad, bienestar animal o que trabajen con cooperativas locales. Algunas incluso incluyen el nombre de la comunidad o la tejedora en la etiqueta.


En resumen: tejer con alpaca es tejer con alma

Cada ovillo de alpaca lleva consigo el viento de las alturas andinas, el cuidado de pastores que conocen a sus animales por nombre y el legado de mujeres que han tejido historias con esta fibra durante siglos. Cuando eliges alpaca, no solo creas algo hermoso… también tejes conexión, respeto y calidez auténtica.

Así que la próxima vez que veas un ovillo de alpaca en tu tienda favorita, recuerda: no es solo hilo. Es una invitación a crear con intención, suavidad y propósito.


¡Feliz tejido!


Lana Mohair,  Lana de Yak